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Sobre mí

Mi historia

Mercedes Elizalde

He crecido en una familia donde se valoraba la creatividad y ser creativo era muy apreciado. En este contexto, encontré en la expresión plástica mi refugio y satisfacción. Cuando tuve que decidir qué camino profesional tomar, la carrera de Bellas Artes representó lo que ansiaba: un espacio donde podría investigar y relacionarme con el ámbito artístico.

Como una condición indispensable de mi carácter creativo, el entusiasmo por descubrir y experimentar me llevó inevitablemente a viajar lejos de mi ciudad y mi país. Inicié un periplo de viajes que durante seis años me hicieron vivir primero en Nueva York y luego en Londres. En ambos lugares trabajé con lo que tenía a mi alcance, combinándolo con mi inquietud artística. Participé en cursos, talleres, muestras de Arte Alternativo y visité numerosas exposiciones donde me relacioné con los artistas del momento.

Una vez de vuelta en mi ciudad natal, Gijón, en Asturias, decidí dar continuidad a esa idea. Con el apoyo de un grupo de artistas, fundé la Asociación Arte Alternativo, con la cual trabajamos en espacios comerciales sin uso para exponer el trabajo de todos aquellos que deseaban mostrar al público su faceta más experimental.

Desarrollar esos proyectos en España en el año 2007 no era fácil, pero me llenaba de orgullo y felicidad. Tras unos años complicados en los que combinaba la docencia con la creación artística, formé una familia. Tuve dos hijos y me casé con Jaime, mi actual esposo. El ser madre me mantuvo concentrada en la educación de mis hijos como principal ocupación.

En la actualidad, me encuentro más entusiasmada que nunca por continuar y reavivar mi pasión. Con los años, decidí convertir en mi medio de vida lo que desde muy joven había anhelado. En un mundo altamente racional, entramos en una nueva etapa en la que ser creativo y comprender emociones y sentimientos es sumamente valioso.

Con todo ello, admito haber encontrado la manera de relacionarme. Las personas que me siguen y me apoyan me permiten sobrevivir. A través de mi trabajo, finalmente logro encontrar ese espacio en mi vida y en la vida de los demás donde la convivencia mutua resulta enriquecedora.